Los obispos también van a la escuela

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Cada obispo «es servidor, llamado a servir a la fe del pueblo»

Esta es una de las ideas del papa León XIV, dirigidas a los obispos que han asistido al curso de formación para nuevos obispos, del 4 al 11 de septiembre en el Vaticano. Nuestro arzobispo, Fr. Emilio Rocha Grande, OFM, ha participado en esta formación y nos ha destacado este mensaje, pero también desea compartir con el público diocesano sus impresiones en general sobre este «volver a la escuela» a través de esta entrevista.

¿Qué objetivos tiene este curso?

El curso tiene como uno de sus objetivos ayudar a los obispos nombrados recientemente a iniciar su ministerio dotándonos de algunos instrumentos que nos permitan desarrollar la nueva misión pastoral con un conocimiento más profundo de lo que el ministerio episcopal conlleva en la práctica; para ello las conferencias ofrecidas por miembros de alto nivel de algunos Dicasterios de la Curia, los trabajos en grupos, las puestas en común y los diálogos con los ponentes han resultado muy útiles.

Otro objetivo es favorecer el conocimiento mutuo de obispos y realidades diocesanas y pastorales de numerosos países del mundo; ha sido una experiencia sumamente enriquecedora que favorece también la percepción de la catolicidad de la Iglesia.

¿Cuántos obispos eran? ¿Los conocía a todos? ¿Ha entablado nuevas amistades? ¿Sirven estos encuentros para aumentar la colegialidad afectiva entre los obispos?

En el curso hemos participado 192 obispos divididos en dos grupos; el más numeroso 120, pertenecientes a diócesis de “vieja cristiandad” dependen del Dicasterio para los Obispos y los otros 72 dependemos del Dicasterio para la Evangelización, sección Nueva Evangelización; son las diócesis y vicariatos apostólicos vinculados a “Propaganda Fide”.

Ciertamente que el curso, tanto por lo que se refiere a los temas desarrollados, como al mejor conocimiento de la Curia Romana ha servido para profundizar el sentido de la colegialidad episcopal; la relación entre nosotros ha sido muy cordial y ha permitido establecer nuevas relaciones, especialmente intensas con los obispos de una misma área geográfica y con los que tenemos una afinidad lingüística.

Si tuviera que destacar algo que “ha aprendido” en este curso de formación, ¿qué diría?

Ha sido particularmente provechoso, además del contenido de las “clases”, eminentemente práctico y muy útil para la misión que tenemos que llevar a cabo los obispos, destaco el mejor conocimiento de la Curia Romana como instrumento que alarga a toda la Iglesia el ministerio pastoral del Papa

Visto que estamos en el inicio del nuevo curso pastoral, la participación en el encuentro de Roma, ¿le ha proporcionado alguna pista nueva para el servicio pastoral en la Archidiócesis de Tánger?

Me ha reafirmado en la necesidad que tenemos todos, empezando por el obispo, de no decaer en el empeño de la formación continua; es una formación que tendrá necesariamente distintos niveles según los destinatarios y, en función de los cuales tendrá que insistir en dimensiones diferentes: afectividad, catequesis de base, Biblia, teología y liturgia, ecumenismo, conocimiento de la cultura y la religión islámica, diálogo interreligioso…

Hace menos de un año, en la Visita ad Limina nov 24, fue recibido en audiencia por el papa Francisco. ¿Qué impresiones ha tenido al asistir a la audiencia con el neo papa León XIV? ¿Qué mensaje del papa ha resonado más en su corazón?

El encuentro con el papa León XIV en el “aula del sínodo” fue solemne y familiar al mismo tiempo; se mostró muy cercano, sereno y sonriente; su discurso no fue improvisado y en él nos ofreció algunas claves para desarrollar evangélicamente el ministerio episcopal. De las palabras que nos dirigió quiero destacar algunas ideas. El Papa afirmó con fuerza que todos los obispos hemos sido «elegidos y llamados para ser enviados, como apóstoles del Señor y como servidores de la fe». Cada obispo «es servidor, llamado a servir a la fe del pueblo». Pero el servicio -ha insistido León XIV- «no es una característica externa o una forma de ejercer el cargo». Porque a aquellos «a quienes Jesús ha llamado como discípulos y anunciadores del Evangelio, en particular a los Doce, se les ha exigido la libertad interior, la pobreza de espíritu y la disponibilidad al servicio que nace del amor, para encarnar la misma elección de Jesús, que se ha hecho pobre para enriquecernos».

Sonaron en nuestros oídos con fuerza sus palabras: «velen siempre y caminen con humildad y oración, para ser servidores del pueblo al que el Señor les envía».
Para el Papa, ser «siervos de la fe del pueblo» es algo que hay que traducir «en el estilo del apostolado, en las diversas formas de cuidado y gobierno pastoral, en el anhelo de la proclamación, de maneras tan diversas y creativas según las situaciones concretas a las que os enfrentéis».

Nos ha recordado a todos los obispos que tengamos presente «los otros desafíos, de carácter más cultural y social, que nos conciernen a todos y que, en especial, han afectado a algunos territorios: el drama de la guerra y la violencia, el sufrimiento de los pobres, la aspiración de muchos a un mundo más fraterno y solidario, los desafíos éticos que nos interpelan sobre el valor de la vida y la libertad».

 

 

De nuevo, presencia franciscana estable en Larache

Ayer, 17 de septiembre, en la festividad de los Estigmas de San Francisco, se celebró en Larache la misa de reapertura del convento de esta ciudad, como casa de formación para la Custodia franciscana en Marruecos. Después de tres años en que los frailes mantenían una presencia ocasional, sobre todo los fines de semana, es motivo de gran alegría la constitución de esta casa, que será filial de la fraternidad de Tánger.

Todos los frailes franciscanos presentes, junto a Fr. Emilio Rocha

La nueva comunidad franciscana está compuesta por los siguientes hermanos:

  • Jean de Dieu Bazibuhe Musaka, natural del Congo, que será el presidente y el maestro de formación.
  • Agatino Sicilia, italiano, que será el párroco de Nuestra Señora del Pilar (Larache) y también de San Bartolomé (Assilah).
  • Fr Romain Favre, francés.
  • Serge Yoboua YOBOUA, de Costa de Marfil.
Renovación de votos de Fr. Romain
Felicitación del obispo a Fr. Romain

No es casualidad que la fecha para celebrar la reapertura de la fraternidad haya coincidido con la fiesta de los Estigmas de San Francisco. Además, en la misa, presidida por Fr. Emilio Rocha Grande, OFM, arzobispo de Tánger, el hermano Romain ha renovado sus votos temporales, y Serge ha sido admitido formalmente en el postulantado. Como expresó Fr. Emilio, es  motivo de gran alegría este cúmulo de celebraciones, tanto para los franciscanos, como para la Archidiócesis de Tánger, la comunidad cristiana de Larache y la sociedad local. De hecho, la celebración de ayer ha puesto en evidencia la acogida y la calidad de las relaciones que los franciscanos han construido con la población a lo largo del tiempo.

Admisión de Serge al postulantado

 

Felicitación fraterna a Serge

Todos los frailes de la Custodia franciscana de los Santos Mártires de Marrakech (Marruecos) se reunieron en Larache para acompañar a Fr. Romain, Serge y toda la nueva comunidad de la ciudad, viviendo una jornada de sincera fraternidad.


Ecos en los medios de comunicación: Alfa y Omega 

Carlo y Pier Giorgio: Jóvenes santos para la juventud de hoy

Sellos de los nuevos santos, emitidos por el Servicio Postal y Filatélico del Vaticano ©Vatican Media

El domingo 7 de septiembre, en la plaza de San Pedro del Vaticano, la Iglesia Universal reconoció la santidad de dos jóvenes, durante la misa de canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati. Ellos dos, que vivieron a principios del siglo XX y XXI, son un modelo de vida cercano y alcanzable también para los jóvenes cristianos de nuestra Archidiócesis de Tánger. Así lo ha comentado nuestro arzobispo, Fr. Emilio Rocha Grande, OFM, que ha podido participar presencialmente en la celebración.

Eran jóvenes italianos, pero, en el mundo globalizado que vivimos, sus vidas tienen una gran conexión con la juventud en general y también la de nuestra diócesis, que es nativa digital, como Carlo. Por otra parte, la dedicación de Pier Giorgio a los más necesitados de su tiempo, nos recuerda la opción por los más vulnerables que la Iglesia en Marruecos lleva adelante.

Carlo Acutis (1991–2006) fue un chico como tantos: le gustaban los videojuegos, el fútbol y pasar tiempo con sus amigos. Nació en 1991 y creció en Milán. Era espontáneo, alegre y con un gran talento para la informática: aprendió solo a programar y creó una página web para difundir los milagros eucarísticos. En su naturalidad de adolescente moderno, con jeans y zapatillas, vivía una fe intensa centrada en la Eucaristía y en ayudar a los demás: visitaba a personas sin techo, defendía a compañeros que sufrían bullying y compartía con sencillez su alegría cristiana. Murió a los 15 años de leucemia, dejando tras de sí el testimonio luminoso de que es posible vivir la santidad con un estilo plenamente juvenil y contemporáneo.

Pier Giorgio Frassati (1901–1925) nació en Turín en 1901. Amaba la montaña, el deporte, las excursiones con amigos y la música. Era un joven de familia acomodada y, aunque en su casa no se respiraba una atmósfera de religiosidad, tenía una fe profunda que lo llevaba a compartir su tiempo con los pobres, los enfermos y los más olvidados, participando en asociaciones católicas. Estudiaba ingeniería para estar al lado de los mineros y defender sus derechos. Su lema era “Hacia lo alto”, que reflejaba tanto su pasión por el alpinismo como su deseo de elevar la vida hacia Dios. Murió a los 24 años, de polio contraída atendiendo a enfermos, dejando el ejemplo de un laico comprometido que vivió la santidad en la frescura y la alegría de su juventud.

En Carlo y en Pier Giorgio se reconoce algo común: eran jóvenes de su tiempo, plenamente injertados en la vida cotidiana, pero con una fe apasionada y un amor concreto hacia los demás. Su santidad no los apartó del mundo, sino que les permitió vivirlo con más intensidad, alegría y entrega.

Carlo y Pier Giorgio, rogad por todos nosotros y en particular por nuestros jóvenes.

“No solo una experiencia”: la comunidad de San Francisco de Granada en Marruecos

Los meses de verano son un tiempo propicio para las experiencias de voluntariado en la Archidiócesis de Tánger. Numerosos grupos se acercan a las obras sociales y culturales, comunidades y parroquias de la Iglesia en el norte de Marruecos para ofrecer su tiempo y sus capacidades, para recibir vida en abundancia, para compartir la misión evangelizadora.

Un ejemplo entre varios es lo que han vivido el grupo de laicos de la Comunidad de San Francisco de Granada, formado por Marta, Clara, Inma, Migue y Juan. Durante la primera quincena de agosto, han convivido con los hermanos franciscanos en Tánger, como “campamento base”, con presencias también en Larache y Asilah. Lo que han vivido es “mucho más que una experiencia” y desean compartirlo desde esta plataforma.

De izquierda a derecha, Miguel Ángel, Inma, Juan, Clara y Marta, en Nuestra Señora de la Asunción, de Tánger

Las raíces

Desde hace ya bastantes años, a través de un hermano franciscano de Granada, Antonio Alcalde, iniciamos un proyecto de misión en Marruecos. Desde entonces las fraternidades de Marruecos nos han permitido poder tener experiencias en los distintos lugares donde ellos tienen presencia. Los franciscanos de Marruecos, y junto a ellos toda la comunidad cristiana, nos acogen y nos permiten compartir con ellos la mesa, la tarea y la celebración. Este ha sido siempre el sentido que hemos querido dar a nuestras experiencias misioneras: poder compartir con familiaridad la vida fraterna. Por eso, para nosotros es un regalo que la Iglesia nos abra sus puertas.

En este 2025

En la Parroquia de San Bartolomé de Asilah

Durante nuestra estancia en Tánger, Asilah y Larache hemos estado junto a los frailes Peter, Marko, Natale, Omar y Thaddée haciendo tareas sencillas: hemos ayudado a limpiar la iglesia y los locales de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en Tánger; hemos recogido uvas en el convento de Larache y hemos celebrado la Eucaristía en Asilah. Sobre todo hemos compartido la vida y la tarea desde el encuentro. También nos han mostrado la realidad social de Tánger, los migrantes y los barrios en los que viven, los niños de la calle, los ancianos abandonados… toda la labor social que la Iglesia realiza atendiendo a tantos empobrecidos.

En el claustro del convento franciscano de Larache

Estas semanas, para nosotros, han supuesto un salir de nuestra Iglesia habitual, de nuestra comunidad, y poder abrirnos a muchas comunidades con las que hemos podido encontrarnos, “El Señor me dio hermanos…”, haciéndonos ver todas las caras de una Iglesia universal que aúna culturas y carismas en un solo proyecto: el proyecto de Jesús.

Al volver a Granada

Retomando nuestras rutinas diarias y tras dejar pasar unas semanas para que lo vivido nos cale, nos damos cuenta de que estos días no han sido solo una experiencia: nos sigue resonando el sentimiento de unidad en la diversidad vivido este verano. El compartir la tarea, la mesa y la celebración de la Eucaristía nos hace experimentar lo que se dice en la carta a los corintios: “Se distribuyen diferentes clases de carismas; pero todos provienen de un mismo espíritu” (1 Co, 12, 4-5). Y es que nos hemos encontrado con carmelitas, misioneras franciscanas, misioneras de la caridad, adoratrices, laicos de Toledo, Barcelona, Madrid, Filipinas, Guinea o Costa de Marfil, cada uno aportando desde su carisma. “Y todos estos dones son obra de un mismo y único espíritu, que distribuye a cada uno en particular según le place” (1 Co, 12, 11-12). Esta experiencia de Evangelio vivo nos llena de esperanza y de ganas de seguir dando testimonio ante un mundo indiferente.

Esta experiencia nos confronta y cuestiona profundamente. Sin embargo, es fácil que se convierta solo en un bonito recuerdo que guardemos para satisfacer nuestra conciencia y que no demos lo que nos hemos llevado. Al volver a nuestras vidas cotidianas nos cuesta mucho mantener esta actitud de encuentro y fraternidad entre carismas y comunidades. La rutina del trabajo y los estudios, la autosuficiencia, las etiquetas que nos ponemos entre nosotros nos dificultan salir de nuestro entorno cómodo y compartir el trabajo por el Reino con quien no tiene por qué pensar igual que nosotros. El ser testigos de la unidad de la Iglesia durante esta experiencia nos envía a trasladar la misión a nuestra ciudad de Granada.

Puede que la realidad social de nuestro mundo nos siga superando, seguimos viendo el rechazo en Europa a los migrantes a los que la Iglesia acompaña en Marruecos, ponemos excusas para nuestra falta de implicación con los pobres porque tenemos “mucho trabajo y cosas que hacer”, nos falta cariño hacia los mayores… Sin embargo, a pesar de nuestras debilidades y después de lo vivido, nos sentimos en manos del Padre. No es de nosotros de quien depende todo este proyecto, lo que depende de nosotros es abrirnos al Espíritu y poner nuestra vida en manos del Señor, estemos en Marruecos con los franciscanos o en nuestros quehaceres diarios.

Gracias

Sólo nos queda dar gracias al Padre por darnos hermanos y a los hermanos franciscanos por darnos este testimonio de fraternidad en la acogida y el acompañamiento. Agradecemos también al arzobispo de Tánger, Fr. Emilio Rocha Grande, como hermano franciscano y como eje vertebrador de la actividad pastoral, valorando su sencillez y hospitalidad. Terminamos diciendo con San Francisco y toda la Iglesia “Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas…”.

Marta, Clara, Inma, Migue y Juan

Nador: signos de esperanza en un año jubilar

Desde el 24 de diciembre 2024 hasta el 6 de enero 2026, la Iglesia católica en todo el mundo celebra el Jubileo, con el lema “Peregrinos de Esperanza”. Y son precisamente signos de esperanza los que acompañan la comunidad cristiana presente en Nador en este año 2025. Veamos cuáles son y a qué personas se refieren.

Por una parte, son protagonistas de esperanza las religiosas Esclavas de la Inmaculada Niña, popularmente conocidas como las “infantitas”. La comunidad actualmente está formada por Auxilio, María Rosa y Celina; cada una, a su manera, celebra con júbilo este tiempo de gracia.

De izquierda a derecha: Auxilio, Rosi, Celina

Auxilio Titos dio gracias a Dios por sus 95 años de vida el 24 de mayo de este año, haciendo honor a su nombre de pila. Todos los que la conocen se asombran de su vitalidad y su deseo de seguir viviendo por Dios y para el prójimo, con nuevos proyectos al servicio de la promoción de las mujeres en estas tierras.

María Rosa Megías cumplirá 50 años de presencia en Marruecos el próximo 12 de septiembre. Toda una vida, se diría, dedicada a dar testimonio del Evangelio, con la vida y con las palabras, en las obras de su congregación en Alhucemas y Nador.

Celina Pérez tendrá que esperar al 2026 para celebrar su 50º aniversario de profesión religiosa, pero desde ya da gracias a Dios por poder estar en Nador, desde el 2023, y durante muchos años en la vecina Melilla, además de otros destinos en su natal México y en España.

De izquierda a derecha, Carmen Aurelia, Carmen Machado (la hna. provincial, de paso por la comunidad en este verano), Anna Plis y Carmen Polo, la última llegada a la comunidad

En Nador también está presente una comunidad de la Hijas de la Caridad. Entre ellas, la hna. sirviente es sor Carmen Aurelia García, que lleva más de 30 años en Marruecos, desarrollando diversos servicios y ahora, en Nador sirve en la Dar Heria o Casa de Acogida. Desde el nacimiento de DDM han colaborado y no ha faltado una Hija de la Caridad en el campo sanitario. Actualmente está sor Anna Plis, hermana de Polonia. Ella lleva algo más de un año entregada totalmente al acompañamiento de personas enfermas. En abril se incorporó a la comunidad Sor Mª Carmen Polo para reforzar ambos servicios y a la comunidad.

Aun siendo conscientes de la fragilidad de las comunidades cristianas y de la presencia de la vida consagrada en estas tierras, damos gracias a Dios por los signos de esperanza para el Reino de Dios que suscita en esta tierra marroquí.

Jornada de ayuno y oración por la paz en el día de María Reina

(fuente Vatican News)

La Archidiócesis de Tánger se une a la convocatoria que el papa León XIV realizó al final de la audiencia general de ayer, miércoles 20 de agosto, para rezar a la Virgen María el próximo viernes, 22 de agosto, día en que se la venera como Reina: que el Señor «enjugue las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso«.

© Antonio Tomasello

El Papa León XIV solicita una vez más con insistencia oraciones por la paz a los fieles congregados este miércoles 20 de agosto, en el Aula Pablo VI para la Audiencia General, y los invita a invocar la intercesión de María. Para ello, pide a todos los creyentes que celebren el 22 de agosto, memoria litúrgica de la Santísima Virgen María, Reina:

“Una jornada de ayuno y oración, implorando al Señor que nos conceda la paz y la justicia, y que enjugue las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso”.

María, añadió el Papa:

“Ella es la Madre de los creyentes aquí en la tierra, y también es invocada como Reina de la Paz, mientras nuestra tierra sigue herida por las guerras en Tierra Santa, en Ucrania y en muchas otras regiones del mundo”.

El perdón, requisito fundamental para la paz

Dirigiéndose a los fieles de lengua portuguesa, el Papa León XIV recordó el requisito fundamental para la coexistencia pacífica entre los pueblos y las personas: «¡Sin perdón nunca habrá paz!».

Y al saludar a los peregrinos polacos presentes en Roma y a los del Santuario de Nuestra Señora de Jasna Góra en Polonia, donde se conserva el icono de Nuestra Señora de Czestochowa, les pidió que «incluyan en sus intenciones la oración por el don de la paz —desarmada y desarmada — para todo el mundo, especialmente para Ucrania y Oriente Medio».

Sacar provecho del talento creativo

La acción de Caritas no va de vacaciones, aunque sea verano… Prueba de ello ha sido la 2ª edición del «Mercado de talentos» que tuvo lugar el último domingo de julio, en el atrio de la Catedral de Tánger. Una veintena de participantes con diversos talentos tuvo la oportunidad de presentar y vender sus creaciones en un ambiente agradable, familiar, festivo… a pesar del calor sofocante. Momentos de sonrisas, intercambios y entusiasmo, entre prendas de vestir, artículos de confección, bisutería, pinturas, peinados…

En esta edición, se hizo especial hincapié en la profesionalización de los expositores. De hecho, previamente al evento, unos quince de ellos recibieron formación sobre la creación de actividades generadoras de ingresos (IGA), lo que les permitió estructurar sus proyectos, identificar obstáculos y movilizar sus recursos.

Cada participante recibió posteriormente apoyo personalizado mediante entrevistas individuales para perfeccionar su enfoque, animarlos y desarrollar su portafolio profesional. Esta nueva herramienta se diseñó para ayudarles a mostrar su trabajo, ampliar su clientela y ampliar su red de contactos.

Inspirados por la energía y creatividad que marcó este día, desde Caritas nos dicen que ya están ansiosos para organizar una nueva edición del Mercado de Talentos, para seguir poniendo en valor estos creadores valientes y estos proyectos significativos.

Agosto, mes jubilar en las parroquias de Tánger, Asilah y Nador

En lo que llevamos de año, se han celebrado ya las fiestas jubilares en algunos templos de la Archidiócesis. En este mes de agosto tendrán lugar tres celebraciones más, coincidiendo con los titulares de los siguientes templos parroquiales:

  • En la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de Tánger. Aunque el día de la fiesta titular es el 15 de agosto, la misa jubilar tendrá lugar el domingo 17 de agosto, a las 10.30h.
Paroisse de l’Assomption – Tanger

En cambio, para el día 15 de agosto, a las 20:00h, se ha organizado un excepcional concierto de música sacra. Será un concierto bajo el lema de la paz y el diálogo entre músicos de todos los orígenes y culturas. El Coro de Nuestra Señora de la Asunción y los solistas de la compañía de ópera «Amici del Bel Canto» interpretarán obras de música sacra clásica y tradicional. Entrada libre, con recomendación de reserva por el aforo limitado (+212 612 606 367).

  • Por otra parte el domingo 17 de agosto, a las 12h, tendrá lugar el jubileo en la Parroquia de Santiago el Mayor, de Nador. Esta celebración se ha pospuesto respecto al calendario previsto inicialmente, que contaba con realizarse el día del titular, 25 de julio.
Parroquia de Santiago el Mayor – Nador
  • Por último, el 24 de agosto, a las 18.30h tendrá lugar el jubileo en la Parroquia de San Bartolomé, de Asilah, en el día de su titular, con la celebración de la eucaristía.
Parroquia de San Bartolomé – Asilah

La Iglesia católica, al instaurar la celebración de los años santos o jubileos, lo que intenta es poner en práctica la misión que define a Jesús: “Anunciar el año de gracia”.

El origen de esta expresión lo encontramos en la vida y misión del Señor Jesucristo, quien, al comienzo de su ministerio público, en la Sinagoga de Nazaret leyó unos párrafos del libro del profeta Isaías aplicándolos a sí mismo, afirmando que su misión era: “proclamar el año de gracia del Señor”.

Según esto, y como nos explicaba nuestro arzobispo, Fr. Emilio Rocha, OFM, en su carta del 25 de diciembre 2024, “el Jubileo que actualmente celebramos cada veinticinco años pretende facilitar a los cristianos un tiempo privilegiado de encuentro más intenso con el Señor en el que recibir con mayor plenitud los dones de la gracia y la misericordia, de modo que cada bautizado, abriéndose a la reconciliación que Dios no se cansa de ofrecer, pueda tejer de nuevo el tapiz de la armonía con Dios mismo, con las demás personas y con la creación”.

El programa para mujeres rifeñas Ana bi nafsi se consolida

Yo, por mí misma”. Eso es lo que significa “Ana bi nafsi” en lengua amazigh. A la vez, esta expresión da nombre a uno de los espacios de colaboración, cooperación y ayuda a las mujeres de Alhoceima.

Final de curso del proyecto Ana bi nafsi

Este proyecto, con sede en la Parroquia de San José de la ciudad, es posible por la colaboración entre la comunidad trinitaria, la Fundación Prolibertas y el apoyo financiero de Caritas Málaga. En Ana bi nafsi se proponen actividades de costura y telar tradicional a un grupo de veinte mujeres rifeñas. Es un “espacio de mujer” donde compartir vida, conocer historias y contemplar nuevos horizontes, siendo protagonistas en primera persona.

Exposición en Espace Miramar

El pasado 25 de julio tuvo lugar la fiesta final de este programa, que con el tiempo se va consolidando. Este año los productos realizados han sido puestos a la venta en una exposición en el “Espace Miramar”, una de las cafeterías y lugar de encuentro más emblemático de la ciudad. Esto ha propiciado el conocimiento del proyecto, de la actividad de la Iglesia a favor de la población local y de la realidad de la artesanía amazigh de la zona.

Los beneficios de la venta de productos en ese día, junto a las ganancias por un pedido importante de las monjas trinitarias de Suesa (Cantabria), han sido repartidos de manera equitativa entre las beneficiarias, por lo que han podido constatar cómo su esfuerzo en aprender y mejorar puede ayudarlas también a nivel económico.

Exposición en Espace Miramar de Alhucemas

Para el nuevo curso, les deseamos nuevos progresos a todas las personas implicadas en Ana bi nafsi.

Jubileo de los jóvenes: Que la esperanza siga siendo nuestro compartir diario

Nuestros representantes, con sus certificados de peregrinos

A la vuelta de una semana jubilar en Roma hay tiempo para reponer fuerzas, hacer balance y dejar sedimentar la experiencia vivida. Pero a la vez, nuestros jóvenes peregrinos han querido compartirla enseguida con toda la diócesis. He aquí sus testimonios:

Paul:

Viva la llama, mi única esperanza:
Deja que mi canción te alcance.
De tu corazón brota la vida divina,
En el camino confío en ti.

Paul Vagne

«Este verso del himno jubilar me recuerda la profundidad de la peregrinación de los jóvenes que hemos vivido en Roma: esperanza en la lluvia, en el sol, en el hambre, en el cansancio… En las calles de Roma, continuamos caminando con confianza en Jesucristo, nuestra única esperanza.

Después de la misa de apertura y los días de diálogo con la ciudad, vivimos un día de intensa penitencia, como una vuelta a lo básico. Luego, en Tor Vergata, en los últimos dos días, experimentamos una cumbre espiritual: la vigilia de oración del sábado y la misa de clausura del domingo, ambas presididas por el Santo Padre León XIV.

Con más de un millón de jóvenes reunidos, un fuerte momento de diálogo con el Papa dejó su huella en nuestras mentes: tres jóvenes le hicieron preguntas por turno sobre la amistad, el coraje de elegir y el recordatorio de la bondad. La velada terminó con una gran meditación con la adoración del Santísimo Sacramento.

En su homilía del domingo, el Santo Padre nos invitó poderosamente a la esperanza. Apoyándose en San Agustín, nos desafió: «¿Cuál es, entonces, el objeto de nuestra esperanza? […] ¿Es la tierra? No. ¿Es algo que viene de la tierra, como el oro, la plata, el árbol, la cosecha, el agua? […] Y  concluyó, también con san Agustín: “Buscad a Aquel que los hizo: es Él, vuestra esperanza”.

Este jubileo en Roma me ha dejado mensajes profundamente humanos, intensas experiencias espirituales y nuevas energías. Vuelvo renovado. Vuelvo con una nueva sed de Ser y de dar testimonio. Que Cristo, nuestra esperanza y nuestro Redentor nos ayude a seguir brillando como la luz del mundo y la sal de la tierra, tal y como el Papa nos exhortó en la misa de apertura, por un mundo más justo y pacífico.

Que la esperanza siga siendo nuestro compartir diario».

Johanna: «Lo que más me conmovió en Tor Vergata durante la vigilia fue esta palabra que el Papa repitió en varios idiomas: «Quédate con nosotros, Jesús». Durante la vigilia, invitó a cada joven a mantener la amistad porque «queremos la paz en el mundo”, dijo en su discurso en la Plaza de San Pedro después de la misa del martes, y «la amistad es el camino hacia la paz», dijo el sábado por la noche. Sobre todo, dejó claro que el primer amigo y quien siempre nos será fiel, es Jesús.

Pude comprender que cuando todo parece difícil en nuestras vidas, necesitamos una guía y, para tomar decisiones, recurrimos a un amigo; ese amigo a quien debemos recurrir es Jesús, porque siempre quiere nuestro bien. Dios es quien siempre quiere el bien para nosotros y siempre nos guía hacia Él, así que elijámoslo continuamente y tomemos nuestras decisiones de vida en Él, porque Él mismo es nuestra vida. Con Él, nuestro miedo dará paso a la esperanza que nunca nos defrauda.

Nos invitó a ser amigos de Cristo y a basar toda amistad en esta amistad con Jesús.

También nos invitó a reflexionar sobre nuestro estilo de vida, a reflejar a Cristo a partir de sus palabras: ayudar a los pobres, buscar un mundo mejor lleno de paz, alegría, esperanza y justicia, dar testimonio del bien que deseamos ver en el mundo.

¡Cada día de esta peregrinación con los otros cinco peregrinos ha sido una aventura! Algo inolvidable, sin duda, pero cada día no fue fácil… Regresábamos a casa cansados, después de caminar todo el día, nos perdimos algún día, hubo desacuerdos… Pero lo que más me conmovió fue que, en cada prueba, siempre decíamos: «La esperanza no defrauda», y seguíamos adelante.

Pero al final de esta peregrinación, me he dado cuenta de que la vida misma es como esta peregrinación: quienes esperan, especialmente en Cristo, siempre salen victoriosos. Ciertamente, fue agotador, pero el cansancio no fue en vano. Porque la vida no tendría sentido si no hubiera pruebas y dificultades. Pero lo más importante es tener esperanza y saber que, si caemos en este camino, Cristo nos levantará. Él nos guiará hacia el bien, como siempre lo ha hecho y como siempre lo hará.

Por eso, invito a todos los jóvenes a tener esperanza en que, aunque pasemos por muchas pruebas, lo tomemos todo como una bendición, porque “todo es gracia”, “la esperanza nunca defrauda”».

De izquierda a derecha, Luisa, Wali y Johanna

Luisa: Ha sido algo impresionante esta peregrinación en Roma con tantos jóvenes: las visitas a las diferentes basílicas, estar en el interior de ellas contemplando lo que son y todo lo que contiene cada una, poder rezar ahí, ver también la tumba del Papa Francisco… Todo se siente milagroso.

Una frase del Papa que me ha marcado desde el inicio ha sido esa, al final de la misa de bienvenida: “Ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo”

Puedo decir que cada noche, al ir a dormir, a cubierto o al raso, como en Tor Vergada, a parte de mucho cansancio he sentido gracia y bendición.

Wali sostiene la bandera de Marruecos

Wali: Es mi segunda vez en Roma, y cada vez que vengo aquí, siento una cercanía más profunda con Dios, como si estuviera viviendo un anticipo de la vida eterna. Cruzar la Puerta Santa es para mí una experiencia espiritual que me transporta a otra dimensión: una dimensión de gracia, de silencio interior y de renovación del alma.

Después de estos días de peregrinación jubilar, yo creo que el Papa nos invita a no tener miedo de soñar en grande, a comprometernos con una vida que dé fruto, a transformar el mundo desde dentro, empezando por nosotros mismos. Nos invita a dejarnos mirar por Cristo para poder mirar al mundo con su misma ternura, y así ser luz allí donde haya oscuridad.

P. François y Fr. Thaddée, concelebrando la eucaristía en Tor Vergata

También para los acompañantes, el franciscano Fr. Thaddée y el javeriano P. François, ha resultado una experiencia única, con esos mismos ingredientes de gracia, cansancio y esperanza de los que hablan nuestros jóvenes. En palabras de François, era grande el sentido de “responsabilidad de acompañar a un grupo de jóvenes en nombre de la archidiócesis, signo también de la confianza que nos tiene el arzobispo. Pero también, responsabilidad de rezar por la archidiócesis y por tantos amigos y familiares. Representar la archidiócesis y venir con la bandera de Marruecos, ha sido una gran alegría. Le pido a Dios la gracia de confiar en Él, de aumentar mi fe. Cristo me amó y amó nuestra archidiócesis hasta el extremo. Siento que Dios confía mucho en los cristianos de Tánger.

Demos gracias a Dios por los frutos de este año jubilar en los jóvenes y en todos los fieles de nuestra diócesis y de toda la Iglesia universal.