Lo que se trae no cabe en una maleta: Voluntariado en Asilah

Doce jóvenes madrileños se han liado la manta a la cabeza y se han plantado en Marruecos del 6 al 13 de julio para vivir una experiencia de voluntariado en Asilah. Su nexo en común es la institución educativa Fomento de Centros de Enseñanza, concretamente el colegio de Fomento Aldovea: ocho de ellos van a empezar segundo de bachillerato y los otros cuatro son universitarios, algunos exalumnos de otro colegio de Fomento. Con la ayuda logística previa del padre de uno de los bachilleres, han organizado por cuenta propia esta experiencia: por las mañanas, actividades para los niños y por las tardes, labores de pintura y mantenimiento en la casa parroquial y en un barrio humilde de la ciudad. 

Cuando le preguntamos a César, uno de los universitarios coordinadores del grupo, sobre la experiencia que han vivido, ahora que ya han regresado a España, le brotan del corazón estas palabras: 

Voluntarios de Fomento Aldovea

Volver de Marruecos no es simplemente regresar. Es traer un olor que no se puede lavar: a cuero, a comino, a pan recién hecho y a polvo antiguo. Es volver con algo en la piel que no estaba antes, y con algo en el corazón que ya no sabrá marcharse.

Se va con la idea de ayudar. Así lo dicen, así se repite: “Vamos a ayudar”. Pero apenas pasan unas horas, y ese verbo ya no encaja. No se va a enseñar, ni a salvar. Se va a aprender. A recibir. A acompañar sin exigir, a estar sin protagonismo. A mirar con otros ojos. Y se aprende todo eso no con discursos, sino con gestos. Con las manos.

Manos que pelan patatas junto a un niño que lo hace mejor. Manos que lavan platos, que pintan muros desconchados, que atan pulseras torcidas en muñecas pequeñas. Manos que juegan a la cuerda, que reparten vasos de leche, que se tienden para invitar, para abrazar. Manos que no preguntan, pero responden. Manos que se vuelven puentes.

Actividades con los niños

Y los niños… Los niños no se explican: se sienten. Llegan tímidos, como si hubieran aprendido que la distancia es una forma de defensa. Algunos no hablan. Otros solo observan. Al principio, desconfían. Pero algo, con el tiempo, se suelta. Una sonrisa, una pelota lanzada, una mano tendida sin palabras. La relación no se construye: simplemente ocurre. Como la lluvia, como la música, como la infancia.

Ellos enseñan sin saberlo. Enseñan a perder con dignidad y a ganar sin soberbia. Enseñan a jugar sin idioma. Enseñan que la gratitud no se pronuncia, se transmite. Enseñan que el cariño se da con el cuerpo entero, sin filtros ni estrategias. Enseñan a mirar desde abajo, desde el suelo, desde lo que falta.

Hay uno que recoge platos sin que nadie se lo pida. Otro que se acerca solo para tocar el brazo, para asegurarse de que estás ahí. Hay quien dibuja un retrato deformado pero con una sonrisa idéntica. Y hay quienes, el último día, se rompen a llorar como si se les arrancara algo del pecho. Y quienes, con un nudo en la garganta, intentan sonreír igual. La despedida duele no por lo que se deja, sino por lo que se ha sido.

Actividades con los niños

Los recuerdos no son fotos ni frases apuntadas en una libreta. Son sábanas colgadas al sol con nombres escritos en rotulador. Son canciones en árabe que nadie entiende, pero que erizan la piel. Son los dibujos que vuelan de mano en mano. Son los trozos de pan compartido como si fuesen perlas. Son las manos manchadas de pintura. Y también de cuscús, de tierra, de humanidad.

Este viaje no es cómodo. No tiene lujos, no tiene certezas. No se trata de hacer turismo solidario. Es, más bien, un despojo. Una forma de vaciarse para dejar entrar algo nuevo. Marruecos no abraza: sacude. No entretiene: confronta. No se deja entender del todo, pero transforma a quien se deja tocar por él.

Los días se suceden entre juegos, tareas, comidas improvisadas y pequeños incendios emocionales. Todo parece caótico y, sin embargo, todo encuentra un sentido secreto. Hay momentos en los que la risa llena el patio como una tormenta repentina. Y otros en los que el silencio lo cubre todo, como si alguien, en medio del alboroto, dijera algo esencial sin pronunciar palabra.

Algunos voluntarios

Todo esto ocurre gracias también a quienes sostienen, con paciencia callada, el latido cotidiano del lugar en estos días: Fray Marko y Fray Omar, franciscanos de mirada limpia y palabra justa, y las Hermanas –Misioneras del Señor de los Corazones y de Santa María de Guadalupe–, que con su firmeza dulce convierten el desorden en cuidado y la rutina en hospitalidad. Son presencia constante, invisible a veces, pero imprescindible siempre.

Volver, entonces, no es simplemente regresar. Es empezar a entender. Entender que las prioridades se desordenan. Que el tiempo puede estirarse como una cuerda de saltar. Que el cansancio, cuando viene del servicio, pesa distinto. Que el amor, cuando se da sin esperar respuesta, llena más de lo que vacía.

Quien vuelve, no vuelve igual. No se nota en el pasaporte, pero sí en la manera de mirar. En cómo se escuchan los ruidos de casa. En cómo se valora una ducha caliente o una cama blanda. En cómo se observa el rostro de un niño cualquiera, en cualquier parte, con una ternura que antes no estaba.

Se viaja con mochilas llenas de juegos, de pinturas, de materiales. Pero se vuelve con algo que no cabe en ningún equipaje: una nostalgia dulce, una gratitud sin nombre, una promesa callada de no olvidar. Y una certeza: que los gestos pequeños —pelar una patata, recoger un plato, cantar una canción con un niño que no entiende tu lengua— pueden ser los actos más hondos de transformación.

Porque hay viajes que se hacen con los pies, y otros que se hacen con el alma. Este, sin duda, es de los segundos.

Y lo que se trae no se guarda en una maleta. Se queda en la piel. En el corazón. O en lo que aún algunos llaman, sin vergüenza, el alma.

César Martín Jiménez

César, autor de este testimonio

Satisfacción y celebración en el Centro Baraka al final del curso

El sábado 12 de julio fue uno de los días especiales que se viven en Baraka, el Centro de formación, orientación e inserción socioprofesional para jóvenes de la Iglesia católica en Nador: se celebró el final de curso y de los servicios de acompañamientos educativos, sociales y humanitarios, además de la entrega de diplomas para mujeres de Costura, Bordado, Pintura y Manualidades Curso 2024-2025.

Fue un día festivo que se vio acrecentado por la presencia del Sr. Arzobispo de Tánger, Fr. Emilio Rocha, OFM. Su participación y sus palabras de felicitación y ánimo fueron recibidas con agradecimiento en medio de grandes aplausos por las mujeres.

Mirar tantos rostros, jóvenes y mayores que con una gran sonrisa de satisfacción se acercaban a recibir su diploma fue gratificante y esperanzador.

Se entregaron 173 diplomas de un total de 574 mujeres diplomadas este año en el centro Baraka. Cabe destacar que 94 de ellas son beneficiarias del servicio del centro Baraka en la zona rural:

  • 173 en costura
  • 60 en educación de pequeña infancia
  • 39 en cocina
  • 41 en pastelería
  • 170 en lenguas: español, inglés, francés y alfabetización en árabe
  • 91 mujeres jóvenes en formación profesional: cocina y restauración, informática.

Jubileo diocesano de jóvenes, en clave de esperanza

Del 17 al 20 de julio se van a celebrar las Jornadas Diocesanas de la Juventud en la Parroquia de Notre Dame de l’Assomption de Tánger. En 2024 se celebraron por primera vez en Martil; este año, este encuentro para los jóvenes católicos de la Archidiócesis de Tánger, se convierte en la ocasión de vivir una experiencia jubilar en el contexto del Jubileo que la Iglesia universal celebra en 2025.

Está prevista la participación de al menos una cuarentena de jóvenes provenientes de las parroquias de Tetuán, Alhucemas y Tánger, pero pueden llegar a ser más, con los rezagados de última hora.

Fr. Emilio Rocha, OFM, arzobispo de Tánger, acompañará a los jóvenes en estas convivencias en diversos momentos: para la misa inaugural y en un espacio de charla y diálogo. Habrá otros momentos formativos similares, que permitirán profundizar diversos aspectos de la fe y los sacramentos, en torno al tema de la esperanza, el matrimonio y la preparación del noviazgo, la figura del Padre Lerchundi, etc.

El programa de esos días contempla también diversos momentos de oración así como tiempo para conocer la ciudad de Tánger y para compartir juegos, cantos y música.

Una ocasión de vivir en clave de esperanza una experiencia diferente en este verano. Si estás interesado, puedes contactar con la organización en tu parroquia más cercana:

Tétouan : +212 669-419145
Al Hoceïma :+212 720-597049
Cathédrale : +212 648-848062
Assomption : +212 607-303137
Nador : +212 680-881820

 

Centro Lerchundi de Tánger: Fiesta de fin de curso 2024-2025

Cuando el arte y el conocimiento se abrazan

Por Rania Entifi

Hay lugares que no se definen solo por sus muros ni por sus horarios. Hay espacios que respiran. Que acogen. Que enseñan sin imponer, y que iluminan desde la humildad. El Centro Lerchundi, en este curso 2024-2025, ha sido una vez más mucho más que un centro: ha sido un refugio de saberes, un taller de sueños, un espacio del alma para quienes buscan algo más que clases. Aquí se ofrecen idiomas, pero también música, costura, teatro… se ofrece conocimiento, y todo se hace con toda la generosidad.

Este espíritu de apertura y compromiso se sostiene día a día gracias al trabajo cercano y constante de su coordinadora general, la Sra. Dekra Hamoudan, y de su directora, la Sra. Silvia Beatrice Dall’O, quienes, con sensibilidad, visión y amor por la cultura, mantienen viva la esencia de este proyecto.

La directora y la coordinadora del Centro Lerchundi de Tánger durante la presentación

La fiesta de fin de curso se celebró el sábado 5 de julio, en el teatro del colegio Ramón y Cajal, en Tánger, y fue mucho más que una clausura: fue una celebración compartida de lo aprendido y lo vivido.

La inauguración del evento estuvo marcada por las palabras de la directora, quien, en presencia de Monseñor Emilio Rocha Grande, del profesorado del Centro Lerchundi, del alumnado y del numeroso público asistente, compartió una reflexión profunda sobre la cultura del encuentro. Contó cómo, durante una visita al desierto de Merzouga, descubrió que lo que a sus ojos parecía un paisaje monótono, para el beduino que allí vive es un mundo lleno de matices, sonidos y vida. Esa experiencia la llevó a reflexionar sobre el valor de las miradas distintas y la necesidad de dejar espacio al otro, para construir juntos una comunidad rica y plural.

La directora explicó que el Centro Lerchundi busca vivir esa misma filosofía: formar un poliedro humano donde cada identidad tiene un lugar, donde se tienden puentes entre personas diferentes, y donde se aprende a convivir y a crecer desde la diversidad. Reivindicó el valor de lo que cada uno puede aportar y expresó su deseo de seguir mejorando, ampliando actividades, construyendo nuevos espacios como la biblioteca y la sala de conferencias, y fortaleciendo el acceso a una educación viva, accesible y transformadora. Cerró sus palabras recordando que, como se dice en Marruecos: shuia shuia, paso a paso, seguiremos adelante.

El espectáculo comenzó con una interpretación de canto arábigo-andalusí, delicada y profundamente espiritual, que conectó al público con la herencia cultural y marcó un inicio lleno de belleza y respeto.

Siguieron dos canciones dedicadas al padre y a la madre, presentadas como escenas teatrales breves. Ambas actuaciones ofrecieron una visión emotiva de los lazos familiares, con actuaciones sentidas que reflejaron la importancia del cariño en el hogar.

Actuación escénica

Uno de los momentos más dulces fue la interpretación coral de “Que canten los niños”, en la que un grupo de alumnos pequeños compartió, con alegría y ternura, un mensaje de esperanza para el futuro.

La obra teatral “Los Superhéroes”, protagonizada por niños y adolescentes, transmitió una idea sencilla y poderosa: que para cambiar el mundo no se necesita una fuerza extraordinaria, sino pequeños gestos y voluntad.

La obra “Pequeños Sueños”, presentada por alumnos del centro El Faro, dio voz a los anhelos y emociones de la infancia, recordando la fuerza interior de los niños para imaginar un mundo mejor.

Un grupo de jóvenes interpretó un fragmento del Infierno de Dante, en su idioma original, ofreciendo una reflexión escénica sobre el viaje interior y el descubrimiento del bien y del mal.

También se presentó un número de danza alegre y colorido, en el que participaron niños y niñas de ambos centros. La coreografía desbordó energía y creó un momento de conexión y celebración compartida.

Alumnos de guitarra

La música tuvo un espacio destacado con la participación del grupo de guitarra, acompañado por su profesor, en una actuación que mostró la evolución artística alcanzada durante el curso.

Durante la velada se proyectó el videoclip “Volver a creer”, creado en el propio centro, donde alumnos y alumnas expresaron sus sueños a través de la música y las imágenes.

El acto culminó con la canción “Color Esperanza”, interpretada por un grupo de alumnos y profesores, que puso en pie al público con sus palmas y sonrisas.

Desfile de trajes

El broche final fue un desfile de moda con creaciones realizadas en las clases de costura y bordado: caftanes, vestidos modernos y un espectacular vestido de novia, que cerró la jornada con un aplauso colectivo.

Esta fiesta no fue solo un espectáculo. Fue un acto colectivo de belleza compartida, hecho de palabras, gestos, aprendizajes y miradas. Porque aquí, en el Centro Lerchundi, el saber se transmite con generosidad, con amor y con un profundo sentido de comunidad.

Las clases que se imparten, ya sean de idiomas, guitarra, teatro o costura, no tienen un fin lucrativo. Se ofrecen a precios simbólicos, con el objetivo claro de proporcionar herramientas útiles, alimentar la creatividad y acompañar procesos de desarrollo personal y profesional.

En un mundo donde el acceso a la educación y la cultura sigue siendo desigual, este centro se mantiene como un faro de conocimiento, arte y solidaridad. Y su fiesta de fin de curso nos recordó que, cuando se crean espacios donde las personas pueden expresarse con libertad, lo que surge no es solo arte: es vida en su forma más luminosa.

Concierto de Les Petits Chanteurs du Mont-Royal en la Catedral de Tánger

El pasado martes 1 de julio, la famosa coral canadiense Petits Chanteurs du Mont-Royal ha ofrecido un concierto magnifico en el templo de la Catedral católica de la Inmaculada Concepción y el Espíritu Santo de Tánger.

En junio de este año la coral tenía prevista una gira por diversas ciudades de Andalucía (Málaga, Sevilla, Córdoba y Granada, entre otras) y, por invitación de la embajada canadiense en Marruecos, la gira se ha ampliado con tres conciertos más en ciudades del reino alauita: Tánger ha sido la primera; Rabat hoy, día 3 de julio; Marrakech, mañana 4 de julio.

Les Petits Chanteurs du Mont-Royal bajo la dirección de Andrey Gray

Los jóvenes cantores, unos cuarenta aproximadamente, entre ocho y diecisiete años, pudieron conocer la ciudad durante la jornada y a las 20h ofrecieron el concierto desde el presbiterio de la Catedral. En la primera parte, el repertorio era de música sacra y en un segundo momento, el coro de voces blancas interpretó música moderna del siglo XX, incluyendo por ejemplo algún tema de los Beatles.

El director, Andrew Gray, fue presentando las diversas piezas musicales y el público asistente disfrutó de la magnífica velada musical, en el entorno especial de la catedral de Tánger.


La coral Petits Chanteurs du Mont-Royal fue fundada en 1956. Desde sus inicios, su misión ha sido enriquecer con canto sacro los servicios religiosos del Oratorio de San José de Monte Real, la basílica menor y santuario de la ciudad de Montreal, en la provincia canadiense de Quebec.

Los 210 niños que componen la totalidad del coro provienen de diversos orígenes culturales, pero comparten una pasión común por el canto. A nivel coral, descubren las grandes obras polifónicas de todas las épocas y países, con un repertorio amplio sacro y profano.

 

Colaboración entre el Instituto Español Severo Ochoa y el Proyecto diocesano El Faro 2

Cuando se pone al centro la persona, más aún, a los niños más vulnerables, surgen iniciativas maravillosas y alianzas que benefician a todas las partes.

Entrega del donativo de los alumnos del Instituto Severo Ochoa al Proyecto el Faro 2

Un buen ejemplo de esto es la colaboración que el Instituto Español de enseñanza secundaria Severo Ochoa de Tánger ha deseado realizar con el Proyecto El Faro 2 de la Archidiócesis de Tánger. Los alumnos de Expresión Artística de 4º de la ESO, a iniciativa de las profesoras Marta Potoc y Chus Muñoz, han decidido vender algunas de las obras realizadas por ellos en esta asignatura para recabar fondos y destinar el dinero recaudado a una entidad de bien de la ciudad tangerina. El proyecto escogido es la Casa Hogar Guadalupe, del Proyecto El Faro 2, que acoge a niños en situación de calle para fomentar su inserción en la sociedad y su educación.

Ayer miércoles 25 de junio, los niños del Faro 2 y varios miembros del equipo del proyecto acudieron al Instituto Severo Ochoa para recibir los fondos recogidos por parte de los alumnos y representantes del profesorado. Además, los anfitriones les guiaron en una visita a las instalaciones del instituto, hecho que resultó muy favorable porque favorece la motivación de los niños a seguir estudiando para ser protagonistas de su propio futuro.

Esta colaboración entre ambas instituciones tendrá su continuidad a partir del acuerdo que se ha propiciado para que, a partir del próximo curso, a los niños de El Faro 2 se les invitará a participar en el taller de Arte en Acción, que organiza el Departamento de Dibujo del Instituto Español, actividad que favorecerá la integración social de los menores.

Desde el Proyecto el Faro 2 y el Arzobispado de Tánger expresamos el agradecimiento por iniciativas como esta que hacen crecer en humanidad a la sociedad y a las personas.

Corpus Christi en la Archidiócesis de Tánger

En el norte de Marruecos, como en toda la Iglesia Universal, se ha celebrado la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Corpus Christi, con la intención de realzar la presencia de Jesús en el sacramento de la Eucaristía, a través de la adoración pública de la sagrada forma.

Procesión en el claustro del arzobispado

Esta fiesta tradicionalmente se celebra el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, o lo que es lo mismo, sesenta días después del Domingo de Pascua, aunque en muchos lugares, la celebración se ha trasladado al domingo posterior, para propiciar la participación de los fieles. Así ha sido el pasado domingo, 22 de junio 2025.

Adoración en el claustro del arzobispado

En nuestra diócesis, se ha celebrado con la exposición del Santísimo y procesiones en el interior de los recintos de las iglesias. Cabe destacar la celebración en la Catedral de la Inmaculada Concepción y el Espíritu Santo, con la presencia de nuestro arzobispo, Fr. Emilio Rocha Grande, OFM. En sus manos, la custodia procesionó por el atrio de la catedral y el claustro del arzobispado, con una estación de adoración en este lugar.

Bendición con el Santísimo Sacramento en Nador

Por su parte, la Comisión diocesana de Juventud aprovechó la fiesta del Corpus para realizar un momento de adoración al Santísimo en la Parroquia de Santiago el Mayor de Nador, con la presencia de jóvenes representantes de diversas comunidades parroquiales de la diócesis, que se unieron a los fieles de la ciudad en esta fiesta tan señalada.

Jóvenes de la diócesis y comunidad parroquial de Santiago el Mayor (Nador) el domingo de Corpus Christi

Frente al discurso del odio, educación a la paz y la tolerancia

La Catedral de Tánger, sede del Foro “La fraternidad humana frente al discurso del odio”

Ayer martes 17 de junio 2025, a las 17h, tuvo lugar en la capital tangerina el Foro interreligioso promovido por el Centro Marroquí para la Tolerancia y el diálogo interreligioso y por la Fundación Adam para la fraternidad humana. El Arzobispado de Tánger se ha unido al evento, que llevaba por título “La fraternidad humana frente al discurso del odio: una batalla global por la coexistencia y la tolerancia”, acogiéndolo en los salones de la Catedral y con la presencia de Fr. Emilio Rocha Grande, OFM, arzobispo de Tánger.

Además de Mr. Mohammed Aabidou, figura destacada en el fomento del entendimiento interreligioso en Marruecos y presidente del Centro Marroquí para la Tolerancia y el Diálogo Interreligioso y la Fundación Adam para la Fraternidad Humanade (entidades organizadoras), se hicieron presentes representantes de las tres religiones abrahámicas.

Por parte del judaísmo, estaban presentes Sonia Cohen, encargada de la preservación del patrimonio judío en Tánger, y Aaron Abikzer, de la comunidad judía de la misma ciudad; Moisés Amselem, nacido en Larache y a la vez presidente de la comunidad marroquí en México; Kelly Bendayan, judía marroquí que comparte residencia en Canadá.

La mayoría de los presentes en el acto eran musulmanes y entre ellos, además de los miembros de las entidades organizadoras, asistieron representantes de la  Tarîqa Alawiya, como Abderahim Artabi; Sophia Bentounnes, de la Asociación Sufí Internacional Alauita (AISA); o Soad Elkhammal, fundadora de la Asociación marroquí de Víctimas del Terrorismo (AMVT), entre otros.

La comunidad cristiana se hizo presente a través de laicos y miembros de la vida consagrada, de la ciudad de Tánger y de otras ciudades de la Archidiócesis.

Instantes previos a la suelta de las palomas

El acto empezó con un gesto de gran valor simbólico: una suelta de palomas en el atrio de la Catedral, para expresar el compromiso por la paz y la tolerancia por parte de los presentes. En el actual contexto mundial, con un equilibrio muy frágil que amenaza la paz en tantos puntos calientes del planeta, el momento de lanzar al aire las palomas ha subrayado el deseo de la paz y el rechazo a los discursos de odio.

De hecho, el Foro celebrado en la Catedral de Tánger se ha celebrado la vigilia del Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio, proclamado por la ONU en 2021 y que empezó a celebrarse desde el año 2022 cada 18 de junio.

A continuación, tuvo lugar un breve momento de oración en el interior de la catedral. Allí, Mons. Emilio Rocha, OFM, arzobispo de Tánger recitó la oración de San Francisco de Asís que comienza “Hazme un instrumento de tu paz, donde haya odio ponga yo amor…”.

Breve momento de oración en el interior de la Catedral

Después de estos intensos momentos, todos los asistentes se dirigieron al salón parroquial de la catedral donde el Sr. Mohammed Aabidou, Fr. Emilio Rocha y Moises Amselem realizaron unos breves parlamentos, subrayando los elementos de las tres religiones que fomentan la paz y que se oponen a los discursos de odio. Destacaron también el contexto positivo del Reino de Marruecos en este sentido, ya que el monarca, Mohammed VI, en calidad de comendador de los creyentes, respeta y favorece la práctica religiosa de todos los creyentes: musulmanes, judíos y cristianos extranjeros.

Diálogo con los presentes. Interviene Soad Elkhammal

A partir de aquí, se dio un interesante diálogo con los presentes, que aportaron sus experiencias y reflexiones. Por ejemplo, Sophie Bentounnes puso en valor la celebración del 16 de mayo, Jornada Mundial de la Convivencia en paz, proclamada por la ONU en 2018. También Soad Elkhammal, que perdió a su esposo e hijo en los atentados en Casablanca (2003), contribuye al mensaje de tolerancia a través de la Asociación Marroquí de Víctimas del Terrorismo, dando testimonio en las escuelas del país para promover la educación a la paz.

Este Foro ha incrementado el compromiso de difundir un mensaje de paz y de contraposición al odio en todas y cada una de las personas que participaron en el acto.

Conferencia Regional de Caritas en el Norte de África y Medio Oriente: presente y futuro

Foto de grupo de la Conferencia Regional Caritas MONA

Del 9 al 12 de junio ha tenido lugar en Beirut (Líbano) la Conferencia regional de Caritas – Norte de África, Medio Oriente y Cuerno de África, que ha reunido más de cuarenta personas provenientes de las 14 organizaciones miembro de esta región del planeta, que comprende desde Marruecos hasta Irak y desde Somalia hasta Turquía. Como representantes de Caritas Maroc han participado Mons. Emilio Rocha, OFM, arzobispo de Tánger y vicepresidente de Caritas Maroc y Àlvar Sanchez, sj, secretario general de Caritas Maroc.

De izquierda a derecha: Karam Abi Yazbeck, libanés, Coordinador Regional de Caritas MONA; Fr. Emilio Rocha, OFM, arzobispo de Tánger y vicepresidente de Caritas Maroc; Mons. Giorgio Bertin, OFM, obispo emérito de Yibuti y presidente de Cáritas MONA; Àlvar Sanchez, sj, secretario general de Caritas Maroc.

Esta conferencia regional ha resultado una plataforma de gran valor para que todas las Organizaciones Miembro se conectaran y colaboraran en persona, expresaran sus preocupaciones y prioridades, compartieran los desafíos actuales e intercambiaran experiencias significativas y buenas prácticas.

Han sido cuatro días muy intensos, en los que se han presentado cada una de las Caritas que conforman esta región. También, se ha compartido el trabajo realizado como Cáritas MONA en los últimos dos años, mostrando el impacto del plan de acción, los proyectos y la incidencia de las iniciativas. De cara al futuro, el libanés Karam Abi Yazbeck, Coordinador Regional de MONA, presentó el plan de acción integral que establece una hoja de ruta clara para el impacto colectivo de la región.

Por su parte, Mons. Giorgio Bertin, OFM, obispo emérito de Yibuti y presidente de Cáritas MONA, destacó en su aportación personal la importancia crucial de la escucha activa como líderes y de crear espacios para que otros se expresen con autenticidad. Fue especialmente entrañable la ocasión de festejar las bodas de oro sacerdotales de Mons. Bertin en el contexto de esta Conferencia regional.

También estuvieron presentes miembros de Caritas Internationalis, entre los cuales Alistair Duton, Secretario General de CI, quien expresó su sincero agradecimiento a todas las organizaciones miembros por su compromiso inquebrantable en esta región del mundo, especialmente en estos tiempos difíciles.

El balance de esta conferencia es muy positivo: para los participantes ha sido una experiencia muy enriquecedora, con recuerdos imborrables que fortalecen la misión colectiva de Caritas MONA.

Los sacramentos de la iniciación cristiana, signo de esperanza jubilar

En la recta final del tiempo pascual, entre la Ascensión y Pentecostés, la comunidad eclesial de la Archidiócesis de Tánger ha podido vivir con alegría la celebración de diversos sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, comunión y confirmación, de algunos jóvenes y niños.

Bautismo, comunión y confirmación en Alhucemas

El domingo 1 de junio, la comunidad parroquial de San José, en Alhucemas, además del domingo de la Ascensión, celebraron la iniciación cristiana de Noel Yannick Noel y Arielle Sephora. Ambos son de Costa de Marfil y conocen bien la Iglesia desde niños pero no habían dado el paso de su participación plena hasta ahora. Son estudiantes en Al Hoceima y se han preparado con mucho entusiasmo, interés y responsabilidad.

Fr. Emilio Rocha, ofm, nuestro arzobispo los exhortó a participar activamente en la comunidad que los ha acogido por el bautismo, a ofrecer el testimonio del evangelio, con la fuerza del Espíritu, por su confirmación y a vivir siempre con Jesús en el centro de sus vidas por la participación en la Eucaristía.

Noel Yannick Noel y Arielle Sephora

Después de la celebración litúrgica la comunidad cristiana celebró una pequeña fiesta en los salones parroquiales donde se pudieron degustar platos típicos del país de origen de los bautizados, bailar y cantar, como expresión de la alegría de ese momento.

También el 1 de junio, en la Parroquia de Nuestra Señora de las Victorias, de Tetuán, fue un día de gran alegría para Silverio Alves Badinca, joven estudiante de Guinea Bissau, que celebró su bautismo y comunión, con la comunidad cristiana, teniendo como padrinos a su connacional Wali Bodjam y a su catequista, Mª Ángeles García. El día anterior tuvo lugar en la capilla de San Francisco, en Mdiq, la última catequesis de preparación a su plena incorporación a la Iglesia.

Silverio Alves ha recibido el bautismo

El domingo, en la eucaristía presidida por el párroco, Fr. Jean-Baptiste, ofm, Alves recibió los sacramentos del bautismo y la comunión y, con toda la comunidad parroquial, festejaron con gran alegría este momento en el patio de la comunidad franciscana, con un aperitivo fraternal.

Primeras comuniones en la Catedral

La catedral de la Inmaculada Concepción y el Espíritu Santo acogió la primera comunión de seis niños el domingo de la Ascensión, 1 de junio: David, Andy, Claire, Eunice, Francisca y Sophie, que vivieron con mucha emoción este primer momento de acoger la presencia eucarística de Jesús en su corazón, después de la preparación catequética del último año.

El domingo 8 de junio, solemnidad de Pentecostés, durante el Jubileo del Espíritu Santo en el templo de la Catedral, el vicario general, P. Manuel García, OSST, por delegación de nuestro arzobispo, confirió el sacramento de la confirmación a nueve jóvenes de las dos comunidades parroquiales de Tánger. La celebración de la Santa Misa comenzó en el atrio con la Oración Jubilar, leída en español, francés e inglés. A continuación, todos los fieles entraron en procesión por la Puerta Santa.

Puerta santa Jubileo de la Esperanza

Los nueve jóvenes que recibieron la confirmación han sido cinco, de la Parroquia de la Asunción: Leroy y Yannick de Madagascar, Buam de Guinea Bissau, Jean Paul de Togo y Manuela de Camerun; y cuatro de la Parroquia del Espíritu Santo: Harena de Madagascar, Juliette de Gambia, Orly de Congo Brazaville y Eliasz de Polonia.

Confirmandos de las dos parroquias de Tánger

Al finalizar la celebración litúrgica, los niños de ambas parroquias ofrecieron una presentación sobre la presencia del Espíritu Santo en la historia de la salvación, desde los orígenes de la creación del mundo hasta Pentecostés. Posteriormente, los fieles continuaron la celebración compartiendo un almuerzo multiétnico en el jardín del Arzobispado, seguido de juegos infantiles, canciones y bailes tradicionales de las diferentes comunidades a las que pertenecen. Fue una hermosa manera de celebrar el Jubileo del Espíritu Santo en comunión con la comunidad de la Asunción.

Fiesta jubilar